El amor de un pueblo a Nuestra Señora de Guadalupe del Carrizal
Resumen
Desde que los Caquetíos llegaron al Carrizal, han tenido veneración a Nuestra Señora de Guadalupe. A partir de esto, la “Casita de la Virgen” recibe peregrinos tanto hombres como mujeres que se acercan con humildad y amor. A través de la revisión documental, este artículo da a conocer el amor del pueblo de Venezuela y del mundo, a la Madre del cielo bajo la advocación de la Guadalupe del Carrizal quienes el 12 de diciembre y el 27 de febrero la veneran. Es tan grande el amor a su Santísima Madre que, desde el 11 de diciembre caminan de Coro a Carrizal, hacen vigilia en las parroquias de la Arquidiócesis de Coro, y participan de la Eucaristía el 12 de diciembre. Es hermoso ver a fieles llevando flores y velones para ofrendar a Nuestra Madre del Cielo. Aquí descubrimos el amor del pueblo a Santa María de Guadalupe del Carrizal.
Abstract
Since the Caquetíos arrived in Carrizal, they have venerated Our Lady of Guadalupe. From this, the “Casita de la Virgen” receives pilgrims, both men and women, who approach with humility and love. Through the documentary review, this article makes known the love of the people of Venezuela and the world, for the Mother of Heaven under the invocation of Guadalupe del Carrizal who venerate her on December 12 and February 27. The love for their Blessed Mother is so great that, since December 11, they walk from Coro to Carrizal, hold vigil in the parishes of the Archdiocese of Coro, and participate in the Eucharist on December 12. It is beautiful to see faithful carrying flowers and candles to offer to Our Mother in Heaven. Here we discover the love of the people for Santa María de Guadalupe del Carrizal.
Extenso
Ante lo descrito, este artículo tiene como propósito dar a conocer el amor del pueblo de Venezuela y del mundo, a la Madre del cielo bajo la advocación de la Guadalupe del Carrizal, como referencia de consulta para todos cuantos tienen o no devoción de Nuestra Señora de Guadalupe. Por esta razón, se hace un recorrido de tales documentos como se presenta a continuación.
Desarrollo
De México para el mundo.
La aparición de Nuestra Señora de Guadalupe en el pueblo de México, según el libro Nican Mupohua, constituye un relato interesante donde Juan Diego, el “mensajero” de la Virgen, desenvolvió la tilma donde traía Rosas de Castilla, y se dibujó en ella la imagen de la Madre de Dios. El Obispo y otros testigos, fueron los primeros en verlo, por eso, veneran a Nuestra Señora y se cumple su petición, de construir allí un hermoso templo.
Ante este acontecimiento histórico vivido el 12 de diciembre de 1531 en el cerro del Tepeyac, descubrimos que María quiso quedarse con todos los hombres y mujeres del mundo en una manta, que luego fue montada en un marco, y se encuentra en un templo mexicano donde aquellos que se acercan a ella le piden con mucho amor y devoción para buscar consuelo, ella nos recuerda: “…no se turbe tu corazón; no temas esa enfermedad, ni otra alguna enfermedad y angustia”, porque ella está y estará con nosotros siempre.
Es de admirar a este gran pueblo mexicano que tiene marcado en su corazón ese amor a su madre, Nuestra Señora de Guadalupe. En muchos hogares, plazas, instituciones públicas y privadas, hasta en los programas de televisión y películas mexicanas siempre se observa una imagen, un cuadro o por lo menos estampitas de la Virgen “Morena”.
Ese pueblo la ama porque además de la fe que le tienen, ella tiene rostro similar por sus rasgos indígenas; esto se ve plasmado no solo en su cara y color sino también su vestimenta. En un artículo de prensa titulado “Nuestra Señora de Guadalupe es una auténtica caquetía” publicado por el Diario La Mañana el 08 de diciembre del 2002, la periodista María Luisa Muñoz escribe, “Su rostro es de una mestiza ennoblecida y divinizada, dulce, en paz y llena de serenidad, virtudes percibidas por quienes se acercan a contemplarla y a rezar”. La Virgen María por ser madre se quedó allí, en su casita, para que todos nosotros como hijos podamos visitarla y amarla porque es la “Señora y Niña Nuestra”.
Todos los 12 de diciembre es una gran fiesta para todos los mexicanos porque no solo se celebra la Eucaristía a cada hora en el templo, sino que también ese lugar de oración se queda pequeño ante tantos peregrinos que visitan a la Madre del Cielo. Los mariachis entran en aquel lugar y le dan su serenata, las personas van y llevan flores, velones, y oran delante del cuadro como muestra de amor y devoción filial.
Desde México, comenzó a extenderse ese amor a La Virgen de Guadalupe y todo el mundo la ha aceptado. El papa San Pio X, en el año 1910, la declaró “Patrona de toda América Latina”, Pio XII la llamó “Emperatriz de América”, Juan XXIII “La misionera celeste del Nuevo Mundo” y “Madre de las Américas”, de esta manera estos Sumos Pontífices con estos “piropos” que le dan a nuestra Señora se unen a la fe y amor que tiene una gran nación que quieren vivir esa cercanía con su Madre.
San Juan Pablo II en el año 1979, realiza una hermosa oración a Nuestra Señora de Guadalupe, aquí se muestra un párrafo de la misma: “Queremos ser totalmente tuyos y recorrer contigo el camino de una plena felicidad a Jesucristo en su Iglesia; no nos sueltes de tu mano amorosa. Virgen de Guadalupe, Madre de las Américas, te pedimos por todos los Obispos, para que conduzcan a los fieles por senderos de intensa vida cristiana, de amor y de humilde servicio a Dios y a las almas”. Solos no podemos caminar sino con la ayuda de Santa María, Madre del Amor Hermoso. Ella es y será siempre nuestra compañera de camino como lo hizo con su prima Isabel: “María se quedó con Isabel unos tres meses, y después regresó a su casa” (Lc.1, 56).
La Guadalupe del Carrizal en Falcón. Venezuela.
Los falconianos, se sienten dichosos porque en el Valle del Carrizal, los aborígenes Caquetíos encontraron un lienzo de Nuestra señora de Guadalupe. El señor Calixto Gutiérrez en su libro Santa María de Guadalupe de El Carrizal, relata cómo fue la historia: “…los indios Caquetíos, moradores del Valle del Carrizal, salieron a sus acostumbradas labores de pesca y se encontraron un baúl a la orilla del mar dentro del cual venía el Lienzo de Nuestra Señora de Guadalupe. Con el tiempo, un sacerdote que pasó por esos lares les contó quien era la dama retratada y con ayuda de los aborígenes construyó la Iglesia para entronizar el cuadro”.
Este acontecimiento histórico según la tradición oral y escrita por Monseñor Francisco José Iturriza Guillén, ocurrió un 27 de febrero de 1723. Es decir que en el año 2023 se cumplieron 300 años de este hallazgo, que a mi modo de ver fortalece ese amor a Nuestra Señora de Guadalupe.
Los caquetíos querían tener más cerca a la Señora del cielo, por eso dieron a conocer su amor hacia ella tallando una imagen de la Guadalupe y del indio Juan Diego. El Dr. Nohé Gonzalo Gilson Reaño en un libro (pronto a publicarse) titulado, Análisis histórico iconográfico mariano en las obras de la Basílica Menor Santuario Nacional Nuestra Señora de Guadalupe de el Carrizal y su preservación en el tiempo, explica: “Indudablemente las pequeñas tallas de la virgen de Guadalupe y del indio San Juan Diego de El Carrizal, no fueron talladas por un “Maestro Tallador” con la finura de un escultor europeo o criollo experto en imagenería cristiana, sino, por un artista ingenuo caquetio devoto”. El hecho que estas piezas fueron talladas por los indígenas tienen un valor histórico y una querencia de tenerla muy cerca para venerarla.
Existió también en este tiempo, un sacerdote doctrinero que ayudó a propagar esta devoción a los indios caquetíos, su nombre fue el padre Juan Pedro de Sangronis, el Dr Nohé Gonzalo en su obra citada escribe que, “El cura Sangronis sirvió en la población de El Carrizal y Guaibacoa hasta su muerte; que en palabras de Fray Agustín de Quevedo: “donde consumió todo su patrimonio y consumó toda su vida” (Arcaya, 1941). Prácticamente, armó litúrgicamente todo el sagrado templo con sus propios recursos, a lo que el secretario del Obispo Valverde (1737) reconoce su inmensa labor: “siendo ya referido del cristiano celo caritativo y diligente solicitud, con los medios de su propio caudal del cura actual de ella, fundador de este pueblo y su anexo. Licenciado Don Pedro de Sangronis le damos las gracias…”
Su misión no era sólo catequizar a los indios arubeño y a todos los fieles que así lo necesitasen bajo la doctrina católica y el fervor mariano guadalupano. Sino también, se hizo responsable como actor principal de varias labores eclesiásticas ejerciendo su ministerio pastoral en el valle de El Carrizal. Este Ministro de Dios de apellido Sangronis se “gastó y se desgastó” por servir a estos hombres y mujeres caquetíos.
Monseñor Ovidio Pérez Morales en su carta Pastoral 12 llamada El Carrizal: Corazón Mariano de Falcón, escribió acerca del padre Sangronis: “El Carrizal tuvo como primer párroco al devoto guadalupano Pbro. Pedro de Sangronis, quien el 1 de mayo del año 1723 bautizó a Juan Diego y a Juan Bernandino, para abrir así, con dos nombres marianos, el libro de bautismo de la Comunidad católica del Carrizal (que tenía como Iglesia filial a Guaibacoa)”. El sacramento del bautismo fue una de las tantas actividades pastorales que realizó este sacerdote en el Carrizal para acercar mucho más a estos hombres y mujeres a Dios y a María.
Hay muchas anécdotas de estos inicios del hallazgo de la Virgen de Guadalupe, y pudiese decir que este Valle del Carrizal es y seguirá siendo el lugar de peregrinación de muchos fieles que no sólo vienen de diferentes partes de Falcón, sino de toda Venezuela y del mundo, para acercarse a la “casita” de Nuestra Señora y escuchar de ella aquellas palabras que le dijo al Indio Juan Diego: “Yo soy la siempre Virgen María, Madre del Verdadero Dios por quien se vive…”.
La Marcha de la FE.
Una de las manifestaciones de amor del pueblo falconiano para con la Virgen de Guadalupe es participar en la Marcha de la Fe. Monseñor Julio Urrego, quien fue rector del Santuario del Carrizal 1992-2017, en una entrevista realizada por el Diario el Nuevo Semanario, habló de los inicios de esta marcha diciendo que, “Un 14 de agosto de 1984 los muchachos de la Parroquia Santísima Trinidad de Bobare en horas de la noche tuvieron una celebración y después de esa vigilia que terminó como a la una de la mañana decidieron irse caminando y cantando para el Carrizal, fue una experiencia maravillosa, la Virgen los bendijo esa mañana del 15 de agosto. Compartí esta experiencia con Monseñor Ovidio Pérez Morales, y es así como nace la marcha de la Fe”.
La primera Marcha de la Fe se hizo el 12 de diciembre de 1984 partiendo desde el Parque Ferial de Coro con un total de doscientas personas, hoy es incontable los peregrinos que caminan hasta la casa de la Virgen.
En el año 2004 tuve la oportunidad de entrevistar a Monseñor Julio Urrego para un artículo que publiqué en el Diario La Mañana, y le pregunté acerca de la Marcha de la Fe de ese año, me contestó: “Para el día 11 de diciembre, junto con el trabajo que van hacer los sacerdotes en sus diferentes parroquias de Coro, esperamos reunir el doble de fieles que quieran peregrinar a esa hora de la madrugada hasta el Carrizal. Esperamos en este año más de quinientos mil peregrinos, porque la virgen ya estuvo preparando estas fiestas desde el mes de octubre porque visitó los estados Aragua, Carabobo y Lara”.
Monseñor Urrego desde que llegó al Carrizal se propuso llevar hasta el último rincón del estado Falcón, y si es posible en toda Venezuela, la devoción de la Guadalupe del Carrizal, logrando con la Marcha de la Fe, en la mayor manifestación en Falcón, y una de las más importantes a nivel mundial.
Cuando el autor de este articulo estuvo como director de Radio Guadalupana en Coro estado Falcón, realizó varias veces peregrinación con el pueblo el día 11 de diciembre, donde la Guadalupe visita todas las parroquias de Coro y a su vez se van sumando los fieles para ir rumbo al Carrizal. Para ese entonces, el trabajo era entrevistar a los peregrinos, rezar y cantar con ellos y así dar a conocer al pueblo que nos escuchaban en la emisora cómo se estaba realizando la marcha de la Fe.
Como parte de estas experiencias, recuerdo una vez que haciendo la transmisión en Radio Guadalupana el día 11 de diciembre en la madrugada, se acercó un adolescente para enviar saludos a su mamá que estaba escuchando esta programación especial, le di el teléfono y dijo: “Mamá, es Victor, sé que me escuchas por esta emisora, ya le pedí a la Virgencita por tu salud, por eso quiero caminar con ella hasta el Carrizal para que nos haga el milagro”. Vemos la fe de un pueblo que tiene esperanza, y el mensaje de este muchacho me dio muchas más fuerzas para continuar realizando esta hermosa labor de Comunicar en este medio radial.
En esta marcha se acostumbra hacer una programación, con el apoyo de varios animadores quienes durante el camino invitan a rezar, cantar, meditar lecturas bíblicas y reflexionar a ese gran numero de persona que acompañan a la santísima Virgen hasta el carrizal. Este, es un recorrido que inicia desde el Parque Ferial de Coro y llega al Santuario Mariano del Carrizal para dar apertura al Sacramento de la Eucaristía donde el Arzobispo de Coro o algún otro celebrante preside. Esta es una manifestación de Fe, de Iglesia, de un pueblo creyente que se acerca a su Morenita del Carrizal.
La Fe de un pueblo
El 12 de diciembre y el 27 de febrero en esta población del Carrizal se llena de fiesta porque se honra con Amor a Nuestra Señora de Guadalupe. La fe de este pueblo es tan grande que, es admirable ver como la acompañan en todas las actividades programadas, por ejemplo las novenas, Eucaristías, Rosarios, bajada de la Virgen, la marcha de la Fe, caminar hasta la playa de Muaco, entre otras actividades. Esto se hace porque quieren sentirla muy cerca llevando a estas celebraciones franelas, gorras, afiches, estampas con la imagen de nuestra señora. Es una manera para decir gracias por todos los favores recibidos.
Hay personas que han compuesto canciones dedicada Nuestra Señora de diferentes géneros musicales, muchos han escrito oraciones, la más conocida es la de Monseñor Ovidio Pérez Morales compuesta por él con motivo del Año Mariano (1981) recitada en todas las parroquias al finalizar la Eucaristía, en uno de los párrafos dice: “Tómanos de la mano y llévanos a Jesús para hacer de nuestra Arquidiócesis, un lugar de justicia, de libertad y de paz”. Amén.
Cabe resaltar que para fomentar esta devoción, el padre Arling Moreno, rector del Santuario, ha hecho jornadas de formación virtual para que todos los feligreses conozcan mucho más sobre la Morenita del Carrizal. Muchos fieles, han realizado poemas dedicado a Nuestra Señora. En el año 2012 publiqué un libro llamado Poemas para el Alma, y existe un poema que titulé Una Rosa para el Carrizal, dice
I
A ti bella Señora, hoy te quiero recitar
estos hermosos versos que no son del Tepeyac,
ni mucho menos de un indiecito
que tú elegiste para un encargo
solo soy un hombre manso que te quiere venerar.
II
Hay una plegaria que te quiero elevar,
que bendigas a Venezuela de las cosas del mal
abraza y ayuda a los que trabajan por ti
para que el Reino del Padre se extienda por todo el pais.
III
Cuanto quisiera Madre acercar el mundo a ti,
por eso mira con amor a los que no paran de sufrir,
encarcelados, viciosos y pecadores cúbrelos con tu manto,
no lo abandones Señora, guíalos por el camino exacto.
IV
Quisiera despedirme diciendo que tengo esperanza
de ver mi pueblo con otra semblanza,
que la paz, el amor y la unidad reine entre los hombres
y dejemos a un lado el egoísmo, el odio y los rencores.
Conclusión
El amor que debemos tener a Nuestra Señora de Guadalupe del Carrizal debe ser permanente, porque ella también nos ama a pesar que muchas veces nos podamos desviar o ir por otros caminos. Como pueblo debemos acompañarla siempre, así lo hizo ella con su hijo en ese recorrido hasta el Calvario. María de Guadalupe, bendice este pueblo de Falcón, de Venezuela y el mundo.
Reflexión
¿Cómo fieles católicos que somos queremos ser otro Juan Diego y darla a conocer a todos los fieles?. Para que se propague mucho más su amor tenemos que llevar su imagen sagrada en todas partes. Tú, amigo lector, puedes ser otro evangelizador.
Referencias citadas
Gilson, Nohé R. (2012) Poemas para el Alma, Surtigraf, C.A. Venezuela.
Gilson, Nohé G. Análisis histórico iconográfico mariano en las obras de la Basílica Menor Santuario Nacional Nuestra Señora de Guadalupe de el Carrizal y su preservación en el tiempo (pronto a publicarse).
Gutiérrez, C. (2009) Santa María Guadalupe de El Carrizal, Tecno Impreso C.A. Coro, Venezuela.
Iglesia Coro, Revista Diocesana, tomo 2, (1981), Año 3, Enero-marzo,
Martínez, M. (2014) Falcón expresa su amor infinito a la Virgen de Guadalupe, Coro, pág 12 -13
Muñoz, M. (2002) Nuestra Señora de Guadalupe es una auténtica caquetía, Diario La Mañana, Coro, pág 8.
Orlandis, J. (1982) Álbum del Papa Juan Pablo II, Punto Editorial, Madrid.
Publicado el 14/03/2024
Etiquetas:
caquetios, María, veneración, fe, peregrino
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