Entrevista a Eugenio Montejo
Resumen
Extenso
Entrevista a Eugenio Montejo
Realizada en Salamanca (España) el 7 de Octubre de 2005
Maylen Carolina Sosa Silva
UNEFM, Coro
CELYL-Maestría de Literatura Hispanoamericana
maylensosa@gmail.com
P. ¿Hubo un libro anterior a Élegos?
R. sí, es un libro de comienzos, escrito entre los 17 y los 18 años y publicado a los 19, yo abjuré de él apenas lo hice, se llama Humano paraíso y fue publicado en Valencia en 1959. Entre este libro y Élegos hay una distancia de ocho años, debida en parte a la situación política que se vivía en Venezuela entonces, una situación de violencia manifiesta en las calles, pues había un intento serio de los grupos de izquierda de tomar el poder imitando a Cuba, y Betancourt, con una visión democrática, se opuso, felizmente para el país no se logró nada, y después esta misma juventud abjuró de eso y acompaña hoy la democracia. Entre una cosa y la otra, entre la perplejidad por los muchachos muertos, yo no podía escribir, y luego me he reprochado esto, ahí lo sensato hubiese sido tratar de hacer un cuaderno, guardando las distancias, como el del primer Ungaretti, o sencillamente tomar un barco e irme, no quedarme petrificado.
P. ¿Usted considera que hay diferencias entre los primeros libros y los posteriores, que los núcleos de sentido han variado, se han transformado?
R. sí, evidentemente hay un cambio, los dos primeros libros se complementan, pueden aparecer como un mismo libro pues su temática es la muerte, pero es la muerte planteada no tanto en el plano cósmico, como se ve en la poética hispanoamericana, sino relativa a lo que yo estaba viviendo, pues se me había muerto un hermano, pero además cuando yo me gradué de abogado en 1963 la muerte estaba muy presente en mi vida y todo esto invadió mi poesía, el giro o el quiebre se va a dar en la etapa de media vida, que se sitúa al promediar la tercera década vital, allí yo escribo Algunas palabras y ya entonces la muerte no está en primer plano, hay más bien un esfuerzo por afirmar la vida en la tierra, sin que la muerte deje de tener alguna connotación, pues se enlazan ambas nociones, lo demás son afinamientos de forma que se van logrando a partir de la experiencia.
P. ¿El título de Élegos está relacionado con los versos élegos de las elegías?
R. sí, se basa en la elegía griega dedicada a la muerte.
P. ¿Cuáles señalaría como sus principales influencias literarias?
R. creo haber trabajado con las influencias de mi lengua, una lengua milenaria polifónica y múltiple, y encontré afinidad específicamente en la línea de tradición que va del romancero pasando por Jorge Manrique, Fray Luis de León y Quevedo, y ya entonces en la manera cómo esta misma línea se proyecta en América Latina, y se ve, por ejemplo, en Vallejo una relectura de Quevedo. Se trata así de hacer eco de esa tradición y en Élegos yo intento conectarme con esa línea. Es curioso que dos grandes escritores de nuestro continente, como es el caso de César Vallejo en la poesía y el de Jorge Luis Borges en la prosa, tengan influencia de Quevedo. Se dice de Borges que su concisión es sajona, porque él hablaba el inglés desde niño, lo cual es mentira, porque la concisión de Borges es la de Quevedo, ya que se pasó cinco años leyendo a Quevedo con lápiz rojo, lo subrayaba, así que esas construcciones espasmódicas, latinizantes de Quevedo las toma Borges, y por eso hace ese castellano tan preciso, por eso Borges en ese ensayo insuperable dice que Quevedo es un escritor para escritores, y su escritura fascina porque es genial, es ingenioso y aunque no hizo lo que Cervantes, es decir construir un símbolo para toda esa genialidad, un Quijote, no hay en la prosa quien se le compare. Luego Borges va a consistir también otro hito, no hay prosista como Borges.
Después de esa línea tonal de mi lengua, ya están las correspondencias con otros escritores que pueden ser hispanoamericanos o de otras lenguas. Me ha pasado leyendo por ejemplo a Jules Supervielle que sentí con él una gran correspondencia tonal, aunque en Venezuela lo que estaba vigente en aquel entonces era el surrealismo más agresivo, sin embargo fue en Supervielle en quién encontré una voz afín. Ahora en el discurso del premio Octavio Paz sin querer cito a Supervielle y digo “yo no voy nunca solo al fondo de mí mismo”, es decir, “no vine solo aquí, traje también a mis muertos”, y cito a Juan Sánchez Peláez y a Vicente Gerbasi, como un homenaje a mi querido maestro. Eso me pasó con Supervielle y también con el poeta rumano Lucian Blaga y con el sueco Günnar Ekelöff, son poetas que yo reconocería como mi familia.
P. ¿Las huellas que se verifican en su poesía de autores como Cavafy o Pessoa, que tipo de influencia tienen en su escritura?
R. yo no hablaría de influencias, sino de simpatías. El descubrimiento de Cavafy para mi generación fue el de la revelación de un poeta inmenso que no conocíamos, Cavafy fue una sorpresa y como un homenaje yo escribo el poema “Itaca”. El caso de Pessoa es otro, a Pessoa me lo da a leer un médico portugués en Venezuela, y de allí comienza mi simpatía por Lisboa, por Portugal, yo cuando venía a Europa buscaba los barcos que se paraban en Lisboa y caminaba por allí sin saber que más tarde iba a ser diplomático en esa ciudad. Ahora bien, tengo una inmensa admiración por Pessoa y por sus heterónimos, pero poéticamente siento a Pessoa muy mental a veces, mientras que un poeta coetáneo, como hermano suyo, Mario de Sa Carneiro me resulta más afín. De Sa Carneiro vive sólo 26 años y aunque comienza como cuentista se hace poeta después, cuando se va a París y la poesía lo arrebata, hace un libro que va más allá de él y se suicida. Pessoa no tuvo nunca dudas del genio de Sa Carneiro, él dijo que “Mario de Sa Carneiro no tuvo biografía, él tuvo genio”, pero era un angustiado terrible y se suicidó.
P. ¿Cómo fue la etapa de creación circunscrita a la Universidad de Carabobo y a la creación de la Revista Poesía?
R. esa fue una etapa puramente administrativa, porque la Universidad de Carabobo, llamada antiguamente Universidad de Valencia, es clausurada por el tirano Cipriano Castro junto a la del Zulia en 1903, porque él decía que no quería un proletariado intelectual. La universidad permanecerá cerrada hasta 1958, cuando cae la dictadura de Marcos Pérez Jiménez y se inaugura el periodo democrático. Yo acompaño toda la reestructuración de la Universidad de Carabobo, que se hallaba prácticamente en cero y había mucho por hacer, tuve una parte muy activa en la fundación de Revistas y en la organización de actividades culturales, trabajábamos todos en común y así se funda primero el Boletín de la Universidad de Carabobo en la que yo tenía una página literaria, una separata que después adquirió autonomía, luego vino una Revista cultural llamada “Zona tórrida” y luego la Revista “Poesía”, junto a la incorporación de muchacho más jóvenes en todos estos proyectos. Luego vinieron los viajes, la universidad me concede una beca por tres años para estudiar Sociología en La Sorbona y estoy entre 1968 y 1971 en París, luego el CONAC me otorga otra beca para estar en Inglaterra un año, de 1973 a 1974 y cuando regreso a Caracas Monte Ávila Editores me envía como representante a Argentina, entre 1976 y 1978, pero eran años muy duros, en plena dictadura de Videla y como yo era extranjero los escritores argentinos venían a conferenciarse conmigo y aquello era terrible, yo fui por dos años pero me regresé a los 16 meses, pues estaba muy dura la represión y lo de los desaparecidos.
P. ¿Cómo inciden luego los viajes y la vida diplomática en su obra, qué nuevas percepciones le aportan?
R. indudablemente que el viaje enriquece, porque es el contacto con otras culturas, con otras formas de relacionarse, ahora, uno tiene desde temprano marcados sus elementos y sus territorios tantos espirituales como físicos, de manera que eso varía poco, aunque si implica una que otra relación con el paisaje exterior, pero ese paisaje interior no cambia nunca. El paisaje físico a uno lo acompaña, uno va marcado por su flora y por su fauna, lo demás sólo enriquece.
P. ¿Considera que hay en su poesía valores que se contraponen a determinados aspectos del mundo contemporáneo?
R. eso es visible en la poesía de Pereira, en la mía y en toda la poesía de la Generación del 58, nosotros pertenecemos a una generación marcada por el quiebre en Venezuela del país agrario al país minero, que se inicia en la década del 30 y se afirma en la del 40, es un cambio veloz que se lleva las ciudades por delante, y con el dinero del petróleo cambian las ciudades y se hace toda una modernidad no pensada, no meditada, pero lo que se logra es una memoria falsamente construida. El país se vuelve más agresivo, prevalece la velocidad, todo lo cual se refleja en la poesía de la Generación del 58, porque es un poco la que tiene 20 años cuando estas cosas comienzan. Yo digo “la ciudad comienza cuando termina el canto del gallo”, y es que el gallo ya se ha vuelto una cosa muy extraña, los presocráticos ya se preguntan porqué cantan los gallos, pues es un animal muy enigmático, que de noche está dormido, da cuatro aletazos y pega un grito, para los otros que están con él debe ser algo terrible. Yo cuando leí esa pregunta en los presocráticos recordé que yo también de niño me la hice, ¿porqué canta este animal de madrugada? Y ahora la pregunta es totalmente lo contrario, ¿porqué no cantan los gallos?, pero es que la ciudad los borra, aunque bien es cierto que este país rural no se va de la noche a la mañana, esas son cosas muy lentas y la desaparición acontece al cabo de un lento crepúsculo, y a nosotros nos acompaña esta desaparición del país agrícola, un país de calmas, de canciones más sentimentales, y el nuevo país que aparece es ya moderno.
P: ¿Piensa que su poesía está fundada fundamentalmente en lo vital, en las referencias vitales?
R. absolutamente, son documentos de la existencia, todos.
P. ¿Qué tipo de experiencias condensa Trópico absoluto siendo un libro tan centrado en la naturaleza y en la luz del trópico?
R. después de Terredad sentí necesidad de abrirme al trópico y es un poemario más abierto que Terredad, que es más comprimido y está lleno de unos símbolos en cierta forma más crípticos, y entonces después de Trópico absoluto sobreviene una crisis, pues pensé que me había abierto demasiado, así que volví en Alfabeto del mundo al tono que mantengo todavía.
P. ¿Siente que hay alguna conexión entre sus heterónimos y los personajes que crea León de Greiff?
R. no, no directamente, León de Greiff es un postmodernista feliz, de buena oreja, como dicen los franceses, muy musical, pero claro si esa poesía la hubiese hecho unos años antes hubiese sido más efectivo, pero la hace luego, coincidiendo con el nacimiento de las vanguardias y la poesía ye avanza hacia otras zonas, eso no le quita mi admiración, pero León de Greiff está acompañando un fenómeno que se da con gran fuerza a comienzos del siglo XX, que es el nacimiento de los heterónimos, se da en Pessoa, en Antonio Machado y antes de ellos en otros, entre los que se cuenta el francés Valery Larbaud, que pasa por Lisboa cinco años antes de que se manifiesten los heterónimos de Pessoa y entonces ya el tiene un personaje llamado Barnabus, gran poeta francés, aunque la curiosidad no es hacer un heterónimo, sino conseguir un gran poeta, como es el extraordinario personaje creado por Machado, Juan de Mairena, autor de una prosa como el castellano no había visto antes en España, la contribución de la respiración de la prosa de Juan de Mairena algunos dicen que es superior a la de la poesía de Machado, e igual ocurre con las poesía de los heterónimos de Pessoa, se trata de algo que fascina.
P. ¿Hay alguna relación entre la idea del Liber mundi y Alfabeto del mundo?
R. si, evidentemente tiene que haber alguna conexión, pero la idea de Alfabeto del mundo es eminentemente renacentista, y consiste en descubrir en el mundo visible los signos ocultos de algo que hay que descifrar. Es una idea que luego retoman los grandes románticos y a través de ellos llega a nuestros tiempos. Si extremamos la idea podemos pensar que toda la materia visible es un alfabeto con el que la nada se expresa, según el maestro Blas Coll la materia reposa en la nada como el hielo en el agua. Entonces Alfabeto del mundo es una tentativa muy humana y por tanto muy frágil y muy efímera, de leer en lo aparente todo lo oculto que nos rodea. Uno llega muy joven a la escuela y aprende el alfabeto para nada menos que lograr la abstracción de todo lo visible en unos 28 caracteres, esto mismo se extrapola y se va a llevar al Alfabeto del mundo que es algo que uno sabe desde el comienzo inabarcable, pues nadie puede descifrar el alfabeto del mundo, pero trata.
Nuestras Publicaciones
Revistas UNEFM
Cs de la Salud
- Fundación: 20/09/2024
- Temática: Producciones científicas de todos los programas académicos de pregrado y postrado del área de la salud.
- Editor: Juan Carlos Perozo
- Ver más
Cs de la Educación
- Fundación: 18/01/2012
- Temática: Literatura, lingüística y humanidades
- Editor: Jesus Antonio Madriz Gutierrez
- Ver más
Cs de la Salud
- Fundación: 07/12/2017
- Temática: Gerontología, Vejez y Envejecimiento
- Editor: Sandra Quintero
- Ver más
Cs de la Educación
- Fundación: 20/01/2003
- Temática: Conocimiento social, educativo, humanidades, letras y artes
- Editor: Mariaolga Rojas Ramirez
- Ver más
Cs de la Educación
- Fundación: 27/07/2023
- Temática: Patrimonio religioso, histórico, cultural, de comunicación, del turismo cultural y religioso, valores, desarrollo humano e identidad cultural del estado Falcón y Venezuela
- Editor: Arling Ramón Moreno Yores
- Ver más