Apuntes a Después de la teoría de Terry Eagleton

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Resumen

Desde que leemos el título de la obra de Terry Eagleton Después de la teoría, se puede sentir el lenguaje irónico y subversivo que utiliza este autor para desmontar por completo, todos los conceptos preestablecidos que se tienen sobre lo que él denomina la alta teoría. De forma precisa, explica el proceso de degradación o de banalización sistemática, a la cual ha sido sometida la producción intelectual, y por ende la cultura. Pone en evidencia un completo desprendimiento de las nuevas generaciones por los viejos cánones, para darle paso a lo cotidiano o trivial, como eje central de sus producciones, tendencia que quizá tenga como objetivo, dar respuesta a los diversos fenómenos culturales que han llenado el escenario social actual.

Abstract

As soon as we read the title of Terry Eagleton's After Theory, we can feel the ironic and subversive language that this author uses to completely dismantle all the pre-established concepts that people have about what he calls high theory. In a precise way, it explains the process of degradation or systematic trivialization, to which intellectual production, and therefore culture, has been subjected. It highlights a complete detachment of the new generations from the old canons, to give way to the everyday or trivial, as the central axis of their productions, a trend that may have as its objective, to respond to the various cultural phenomena that have filled the stage. current social.

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Extenso

Apuntes a Después de la teoría de Terry Eagleton

 

Yoemir Sibada

UNEFM-Coro

Maestría de Literatura Hispanoamericana

yoemirr@gmail.com

 

“En la civilización del espectáculo,

el intelectual sólo interesa

si sigue el juego de moda

y se vuelve un bufón.”

Mario Vargas LLosa.

 

 

 

Desde que leemos el título de la obra de Terry Eagleton Después de la teoría, se puede sentir el lenguaje irónico y subversivo que utiliza este autor  para desmontar por completo, todos los conceptos preestablecidos que se tienen sobre lo que él denomina la alta teoría. De forma precisa, explica el proceso de degradación o de banalización sistemática, a la cual ha sido sometida la producción intelectual, y por ende la cultura. Pone en evidencia un completo desprendimiento de las nuevas generaciones por los viejos cánones, para  darle paso a lo cotidiano o trivial,  como eje central de sus producciones, tendencia que quizá tenga como objetivo, dar respuesta a los diversos fenómenos culturales que han llenado el escenario social actual.

 

Al tratarse de representaciones sociales, estas  permiten darle paso a la subjetividad, ya que son el resultado  de  la dinámica de una sociedad cada día más globalizada, apoyada sin duda en el uso masivo y hasta indiscriminado de los medios de comunicación, como instrumentos de masificación o como los denominó Vicente Romano, herramientas de domesticación social.

 

Las cuestiones intelectuales han dejado de ser un asunto para encerrarse en una torre de marfil, y han pasado a pertenecer al mundo de los medios de comunicación y las grandes superficies comerciales, los dormitorios y los burdeles. Como tales, se reintegran en la vida cotidiana; pero corren el riesgo de perder su capacidad para someterla a crítica. (2005; P: 15)

 

Los medios de comunicación han transformado de una forma vertiginosa todo lo que conocemos, por lo tanto, es  lógico pensar que también hayan cambiado nuestra forma de pensar y hasta  nuestra  forma de hacer las cosas. En su momento Francis Bacon aseguró que el conocimiento  es poder, y el poder desde siempre ha sido sinónimo  de dinero. Entonces podemos decir, que esta incursión de la intelectualidad en los elementos cotidianos de la sociedad, pueden llegar a  tener  un matiz comercial y económico, por lo que la obra o las  producciones intelectuales que se produzcan en esta nueva era,  pueden correr el riesgo de  estar más influenciadas por elementos  comerciales y no  por sus implicaciones en el desarrollo o  la consolidación de la cultura.

 

 Por un momento, se podría pensar que el trabajo Walter Bemjamin  “El arte en la época de su reproductibilidad técnica” pudiese arrojar ciertas luces o respuestas ha dicho fenómeno, sin embargo, el asunto no solo obedece al interés de las masas por apoderarse del arte, para su reproducción mercantil, sino que existe algo mucho más trascendental, y es la apatía que muestra las nuevas generaciones por los temas que, aún en la actualidad, representan  pilares fundamentales de nuestra cultura.

 

El estructuralismo, el marxismo, el postestructuralismo y demás corrientes han dejado de ser los temas atractivos que en otro tiempo fueron. Lo que, en su lugar es atractivo es el sexo…. Hay un interés entusiasta por los cuerpos copulando, pero, no por los cuerpos trabajando. Los estudiantes de clase media y habla serena se amontonan obedientemente en las bibliotecas para trabajar sobre temas sensacionalistas como el vampirismo o el arte de sacarse los ojos, los cyborgs o las películas pornográficas. (2005; P:14)

 

         A pesar de la ironía, el trasfondo de estas aseveraciones de Eagleton, muestran un paisaje bastante desolador sobre el futuro próximo de la cultura, que por un momento permitiría  asegurar que esta nueva generación se encuentra inmersa en un proceso de transición  o refugiada en el  libertinaje,  cómo una  vía de escape a tantos años de enclaustramiento académico. Sin embargo, sería ingenuo pensar que esta tendencia sea solo un  producto aislado de una simple  evolución Darwiniana o  de instinto meramente  Freudiano.

 

Sin duda, el mercado global tiene mucho que ver en la consolidación de estas nuevas tendencias del pensamiento social, Romano asegura que en estos momentos solo existe un mundo y una economía mundial, por lo que  este nuevo orden necesita crear una conciencia también globalizada, es decir un pensamiento único. Por tal motivo, no es de extrañarse que  el sexo y el tema tecnológico estén actualmente en la palestra, no solo como elementos de consumo, sino, como elementos para mantener el monopolio de la opinión, creando a su vez, una falsa conciencia sobre una  necesidad permanente por adquirir bienes de  consumo masivo., en pocas palabras una falsa  cultura.

 

Es cierto que con bastante frecuencia el capitalismo produce divisiones y exclusiones para llevar a cabo sus propios fines. O eso, o se aprovecha de las que ya existen…… En sus principios, sin embargo, el capitalismo es un credo impecablemente incluyente: no le importa a quién explota. (2005; P: 30)

 

Por supuesto, que al hablar de mercado global,  se hace referencia  al capitalismo como poder hegemónico imperante y transformador de la cultura. Las divisiones a las cuales hace referencia Eagleton es a la fragmentación del pensamiento colectivo, producto sin duda de un plan bien orquestado y consumado por lo que M.McLuhan denominaba “aula sin muros” haciendo referencia al impacto que tiene  los medios de comunicación masivo sobre todo la televisión, en la modificación de la conciencia y sobre la conducta humana. El objetivo o fin último es la domesticación, inoculando en el sujeto, el sentido o conciencia global, lo que termina por cercenar su sentido de  pertenencia sobre el rol que debe cumplir como ciudadano dentro de su nación o país. Es por ello, que  la evidente falta de memoria histórica que poseen  las nuevas generaciones no es algo casual, al contrario obedece a un protocolo de formación preestablecido por el poder hegemónico que se encarga de  eliminar  desde la raíz, el espíritu de lucha individual y colectiva del individuo, sentando así  las bases de la cultura postcolonialista. 

 

Desde este punto de vista sería interesante preguntarse cuál debería ser el rol que debe asumir la intelectualidad o la nueva camada de gurús (a la cual hace referencia Eagleton) para adaptarse a esta nueva realidad, en donde los elementos sociales formarán parte esencial en la producción de saberes o teorías emergentes, las cuales siempre estarán fuertemente  influenciadas por la cultura del capital y del consumo. Sin duda alguna representando por un frente de dominación,  capaz de  acabar con cualquier germen de conciencia colectiva que ose atacar con ideas al sistema imperante. Por todo esto, se puede decir, que la incursión de la intelectualidad en los procesos sociales, representa un camino tumultuoso en donde  ésta podría perder el norte y termine cediendo su identidad y razón de ser, que no es otra que la perpetuidad  del pensamiento humano como base fundamental de nuestra cultura.     

 

 

Referencias bibliográficas

Benjamin, W. (196) El arte en la época de su reproductibilidad técnica. La marca editora. Buenos Aires, Argentina.

Eagleton, T. (2004). After Theory. Penguis Books. Londres.

McLuhan, M (1964). La Aldea global. Editoral Gedisa. Barcelona.

Romano, V. (1993). La Formación de la mentalidad sumisa. Colección Análisis. Caracas, Venezuela.

 

Publicado el 16/04/2020
Etiquetas: Teoría, cánones, Apuntes